La cefalea (dolor de cabeza) es un síntoma muy común en todas las edades. Las causas más frecuentes son la cefalea tipo tensión y la migraña. Ambas son benignas; sin embargo, en muchas ocasiones, estas dos entidades son lo suficientemente intensas como para inhibir, interrumpir y aun impedir las actividades diarias y el sueño.

A lo largo de un año, alrededor del 75% de los adultos experimenta, al menos, un episodio de cefalea. Se estima que solo el 5% consulta al médico. De todos los pacientes que consultan por cefalea, solo el 1% presenta patología intracraneal seria. Además, dentro de este último grupo, solamente el 33% tiene cefalea como único síntoma.

Las cefaleas más frecuentes son la tipo tensión, la migrañosa y las variantes asociadas a estas, incluyendo la tipo cluster. Todas son benignas, ya que no ponen en peligro la vida. Sin embargo, son causa de una importante morbilidad porque producen gran malestar crónico, limitación y deterioro de la calidad de vida de quienes las sufren.

La cefalea tipo tensión es la cefalea más frecuente. Se caracteriza por la instalación gradual de un dolor opresivo, bilateral, como una banda alrededor de la cabeza, sin náuseas ni vómitos asociados.

La migraña puede ser hereditaria y se presenta con mayor frecuencia en mujeres que en hombres. En esta afectación se distinguen fuertes dolores de cabeza de larga duración (cuatro a 72 horas). Los episodios de migraña se caracterizan por presentar cefalea pulsátil, unilateral, que aumentan con el movimiento y son de intensidad moderada a severa y pueden estar asociados a náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz o al sonido (fonofobia y fotofobia). La migraña también puede estar acompañada de lo que se denomina “aura”, que son un conjunto de síntomas del sistema nervioso central que dan aviso de que esta afectación está por ocurrir. Estos síntomas son: visión borrosa, dolor ocular, aparición de un punto de ceguera temporal o la visión de manchas de color, entre otros.

Es importante que, si la persona presenta cefalea de inicio súbito de intensidad extrema, dolor progresivo o que no mejora con los tratamientos habituales, antecedentes de traumatismos craneoencefálicos, personas inmunodeprimidas u otras causas que sugieran organicidad, consulten a su medico de cabecera para un abordaje completo.

¿CÓMO EL CANNABIS UTILIZADO DE MANERA MEDICINAL PUEDE AYUDAR A MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DE LAS PERSONAS?

En 1992 el reconocido científico Raphael Mechoulam, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, luego de intensas jornadas de investigación, junto a su equipo de trabajo, publicó el primer estudio en el que se explica que el cuerpo humano produce cannabinoides endógenos que se unen a receptores específicos y los activan para producir diferentes efectos. Este grupo de cannabinoides producidos por el cuerpo y receptores cannabinoides conforman el sistema endocannabinoide que está ampliamente distribuido en el organismo de todos los mamíferos e interviene en múltiples vías metabólicas, ejerciendo una acción de ente regulador sobre la fisiología celular. El objetivo de este sistema es mantener el equilibrio del organismo en su totalidad, atendiendo a regular las situaciones en las que el cuerpo no funciona correctamente, para volver a lograr la homeostasis corporal. Entre otras funciones el sistema endocannabinoide regula el control del dolor.

Es importante entender que, en casos de desequilibrios prolongados, a veces el sistema endocannabinoide no es suficiente para controlar una desregulación, es en ese momento que es útil considerar incorporar moléculas de tipo cannabinoides de forma exógena de la planta que llamaremos fitocannabinoides.

Existe mucha evidencia científica que muestran una disminución del endocannabinoide anandamida en el líquido cefalorraquídeo de personas que padecen diferentes tipos de cefaleas benignas, por lo que se postula que en estas personas podría existir una deficiencia en la función del sistema endocannabinoide. En esta línea variantes ricas de THC, fitocannabinoide de estructura análoga a la anandamida, podría suplir la deficiencia de este compuesto, lo que explicaría la respuesta favorable a los síntomas de las cefaleas que se observan clínicamente en los pacientes que eligen este tratamiento para mejorar su calidad de vida disminuyendo tanto la frecuencia de los síntomas, la escala del dolor, como síntomas agregados de náuseas y vómitos.

Para concluir, la experiencia demuestra que las personas se benefician con el uso de extractos por vía oral o sublingual como un preventivo, mientras que para los episodios de crisis responden al cannabis vaporizado.

Para profundizar más en el tema, puedes reservar una consulta conmigo, donde vamos a poder abordar de manera integral tu caso en particular.